Sauco

Sambucus canadensis

Esta especie se distribuye desde Canadá hasta Panamá y Las Antillas. 

Crece entre los 20 a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar en una variedad de hábitats incluyendo bosque mesófilo de montaña, bosque de pino, bosque de encino y bosque tropical perennifolio.

Es un árbol pequeño o arbusto que alcanza una altura de aproximadamente 10 metros.

Se trata de una especie que ha recibido varios nombres científicos y que finalmente ha quedado con el nombre original (Sambucus canadensis) publicado por Linneo en 1753. 

El nombre genérico Sambucus se deriva de la palabra griega sambuke, un instrumento musical hecho de madera de saúco y un nombre usado por Plinio el Viejo para un árbol posiblemente relacionado con el saúco. El nombre específico canadensis es un epíteto geográfico que alude a su localización en Canadá.

El sauco tiene tallos de color grisáceo con la corteza fisurada y la presencia de lenticelas – estas son poros protuberantes de función respiratoria.

Las hojas son opuestas, estas son hojas que originan en el mismo nudo, pero de lados opuestos del tallo, y compuestas, es decir cada hoja es dividida en varias hojitas llamadas folíolos que en el caso del sauco son entre 3 y 11 por cada hoja, miden de 4-12 cm de largo y 2-5 cm de ancho y tienen el margen aserrado.

La inflorescencia es muy ramificada y produce alrededor de 200 flores blancas fragantes de 4-8 mm de diámetro. Esta especie florece casi todo el año, pero especialmente durante la primavera y el invierno.

El fruto es esférico de 5 mm de diámetro, carnoso y de color púrpura o negro y contiene entre 3 y 5 semillas.

Las flores y los frutos son comestibles. De la flor se puede disfrutar un té relajante que en exceso tiene un efecto diurético. Las abejas que visitan sus flores producen una miel muy sabrosa. Los frutos pueden usarse para elaborar un rico vino.

El sauco tiene registrados muchos usos medicinales algunos de los cuales se incluyen para tratar la calentura y la tos, la bronquitis, ronquera, asma, catarro o gripe y amigdalitis, en el tratamiento de trastornos digestivos, dolor de estómago y del hígado. En problemas de piel como caspa, salpullido, caída del pelo, sarampión, sarna, y quemaduras. Además, como purgante y tratar hemorroides y alcoholismo.

Para su cultivo esta planta crece mejor en un suelo fértil y húmedo y un sitio soleado.

Les invitamos a conocer el sauco del Jardín Botánico “Francisco Javier Clavijero”, está ubicado en el área de la colección etnobotánica.