Se cree que el éxito del coyote se debe a la persecución de otras especias de depredadores de mayor tamaño como lobos u osos, los cuales lograban mantener a raya sus poblaciones. Pero, adicionalmente a que es un animal que se adapta fácilmente a muchas condiciones; habitando diversos ecosistemas, incluso zonas urbanas, también es capaz de comer variedad de recursos: pequeños animales como roedores, conejos y liebres, además de insectos, frutos o animales muertos, es decir, también es carroñero. Esta última característica le ha dado mala fama ya que en muchas ocasiones es perseguido para ser eliminado, considerándolo “un presunto culpable” de la muerte de animales como el venado o el ganado, que han muerto por otra causa pero que él llega a comerlos dejando sus huellas en la zona.

La gran abundancia del coyote ha hecho que domine los ecosistemas donde habita, compitiendo con otras especies como zorros y linces. Una de estas especies es la zorrita del desierto (Vulpes macrotis), que vive en madrigueras y habita solamente en zonas desérticas, siendo de menor talla que los coyotes, casi como si comparáramos un perro pastor alemán con un gato doméstico.

El interés de los biólogos por la interacción de estos dos animales ha resultado en diversas investigaciones sobre como coexisten las zorritas y los coyotes en los desiertos, llegando a encontrar en Estados Unidos que los coyotes pueden causar hasta 80% de las muertes de las zorritas.

Debido a que la competencia de estas dos especies es fuerte, los coyotes hacen que las zorritas solo sean encontradas en zonas de pastizales, mientras que ellos dominan los matorrales. ¿Pero, por qué los coyotes no dominan también los pastizales? – Resulta que en los desiertos los depredadores obtienen el agua principalmente de las presas que consumen, pero los pastizales y las zonas abiertas en los desiertos parecen tener una menor abundancia de presas, lo que hace que los coyotes no puedan suplir sus necesidades de agua y prefieren habitar zonas de matorrales donde pueden encontrar más alimento y refugio del sol. Sin embargo, las zorritas debido a su tamaño y a que están mejor adaptadas a zonas áridas, logran refugiarse de los coyotes y vivir en zonas con menor cantidad de presas.

A pesar del conocimiento generado, todos estos estudios provienen de los desiertos ubicados en Estados Unidos, y es muy poco lo que sabemos de la relación de los coyotes y las zorritas en México, en donde además, no tenemos ningún registro de que los coyotes maten a las zorritas. Con eso en mente, realizamos una investigación con cámaras trampa en la Reserva de la Biosfera de Mapimí, ubicada en los estados de Durango, Coahuila y Chihuahua en el Desierto Chihuahuense de México, donde encontramos coyotes y una subespecie de zorrita del desierto que solo habita en México (Vulpes macrotis zinseri) y se encuentra amenazada en el país (NOM 059SEMARNAT-2010).

Durante los dos meses que nuestras cámaras estuvieron funcionando en el desierto registramos diversas especies, pero los coyotes fueron los más fotografiados en todas las cámaras. Las zorritas, por el contrario, fueron una de las especies menos fotografiadas. No obstante, lo interesante de nuestros resultados, fue que las zorritas que encontramos coinciden con las zonas de que también utilizan los coyotes, de hecho, aparecen precisamente en los lugares donde hay más coyotes. ¿Por qué las zorritas y coyotes de Mapimí, no se comportan como sus primos en Estados Unidos?

Para entender por que sucede esto en Mapimí hay que analizar todo el contexto del sitio. En Mapimí la ganadería ha sido la principal actividad económica durante años, lo cual ha generado un efecto cascada, ya que las vacas han causado un cambio en la vegetación, reduciendo el tamaño de los pastizales de Mapimí y promoviendo la invasión de especies de matorrales, esto a su vez causa que las liebres puedan ocupar los pastizales y por ende los coyotes también, ya que hay abundancia de presas. Por lo tanto, las zorritas no tienen otra opción más que convivir con los coyotes.

Al tener que coexistir con los coyotes, las zorritas tienen que desarrollar otros mecanismos comportamentales para poder sobrevivir. Algunos estudios afirman que en zonas de matorrales las zorritas invierten más tiempo en vigilar los alrededores para identificar cualquier peligro, y probablemente esto suceda en Mapimí, sin embargo, este comportamiento también hace que inviertan menor cantidad de tiempo en poder buscar y cazar su alimento, lo que podría reducir su supervivencia y tasa de reproducción, que en parte explicaría la baja cantidad de zorritas que encontramos.

En ese sentido, para que la población de zorritas logre persistir a través del tiempo es necesario restaurar y proteger el hábitat de pastizales naturales que se encuentran en los desiertos, no solo por que es un hábitat muy importante para las zorritas del desierto, ya que allí también es donde prefieren construir sus madrigueras y se refugian de otros potenciales competidores, sino que además son un hábitat importante para otras especies únicas, endémicas y amenazadas en México como es la gran tortuga del bolsón (Gopherus flavomarginatus).