Si, estar vivo es todo un reto, pero para los organismos sésiles, (los que no se mueven, ó los que no caminan) puede resultar especialmente complicado. En un día caluroso, los que tenemos la posibilidad de movernos (los animales, los humanos), nos vamos a la sombra, pero, si hace frío, buscamos las zonas de calor. Si tenemos hambre nos desplazamos hacia los lugares donde hay alimento; si tenemos sed buscamos agua. Si estamos en peligro, nos escondemos. Tenemos la posibilidad de desplazarnos para buscar pareja. Pero los organismos sésiles resisten estoicamente las inclemencias del tiempo y los cambios en su entorno. Se enfrentan inmóviles al riesgo de ser comidos o arrancados. Y ¡qué decir de las dificultades de encontrar pareja!

En el mundo existen más de 10,000 especies diferentes de plantas y todas ellas están adaptadas para sobrevivir y crecer en condiciones particulares. Por ejemplo aquellas de zonas muy calientes tienen hojas muy chicas o incluso no tienen, como los cactus. Así no pierden agua y resisten el calor. En los desiertos, además, las raíces de las plantas son muy profundas y les permiten alcanzar el agua del subsuelo. En cambio, las de zonas inundadas como los manglares se enfrentan a falta de oxígeno en las raíces debido al exceso de agua. Ellas tienen unos poros en los troncos (llamados lenticelas) por los cuales respiran y mandan oxígeno a las raíces. Existen casos extremos y curiosos de plantas de ambientes con pocos nutrientes en el suelo. Éstas han desarrollado mecanismos para obtener sus complementos alimenticios a partir de los animales que atrapan. Se trata de las famosas plantas carnívoras. Pero no se preocupe, son pequeñas y solo comen insectos de tamaño reducido.

¿Y cómo se defienden de los animales que las quieren comer? Existen muchos mecanismos de protección. El más obvio son las espinas, pero también están las plantas que tienen mal sabor, o las que son venenosas. Algunas tienen hojas muy duras, difíciles de masticar. Otras tiran sus hojas en la época en que hay más insectos herbívoros y así evitan ser comidas. Algunas plantas de las selvas ofrecen comida y techo a las hormigas a cambio de que sean éstas las que protejan contra los herbívoros. En estos casos, en cuanto uno toca una de estas plantas, las hormigas atacan ferozmente al supuesto herbívoro.

Por último: ¿cómo encuentran pareja? La vida amorosa vegetal ¡es mucho más complicada que la nuestra! El polen de las flores viaja de diferentes maneras: por el viento es muy común, pero también por agua en el caso de las plantas acuáticas, e incluso con la ayuda de animales como insectos, aves o murciélagos. Cuando dependen de los animales celestinos para su vida amorosa, las flores son particularmente atrayentes para éstos, y ofrecen algún tipo de alimento como néctar.

Hay plantas especialmente creativas para atraer a sus polinizadores, como una orquídea cuyas flores son muy parecidas e incluso huelen como las hembras de su insecto polinizador. Los pobres machos llegan ilusionados al encuentro con su amada y en lugar de una bella hembra, resulta que es una flor. Para cuando se dan cuenta del engaño, ya polinizaron a la flor, y ellos tienen que seguir buscando a su media naranja.

Así, aunque es difícil ser una planta, ellas saben muy bien cómo hacerlo. La próxima vez que vea una planta, quizás pueda pensar en todo lo que hace para mantenerse viva, como usted.