El ocelote se parece al tigrillo  (Leopardus wiedii) pero el ocelote es de mayor tamaño con una longitud del cuerpo de 70-100 cm mientras que el tigrillo mide entre 60 y 80 cm y por lo tanto su peso va de 11 a 16 kg contra 3-9 kg, además presenta una cola que apenas toca el suelo y su distintivo patrón de manchas. Las hembras son de menor talla que los machos, pero su apariencia es igual.

La distribución del ocelote es muy una amplia que va desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. En México se distribuye de manera discontinua por las áreas costeras del Pacífico y del Golfo del México, presentándose en la vertiente oriental desde Tamaulipas, incluyendo toda la península de Yucatán; por el occidente comprende desde de Sonorahasta el sur del país.

Los ocelotes tienen hábitos diurnos y nocturnos, son organismos solitarios, que ocupan cuevas naturales, troncos huecos y ramas de árboles como sitios de refugio; se encuentra presente en muchos tipos de hábitat, sin embargo, no son generalistas del hábitat, por lo que es un felino que necesita coberturas vegetales densas o zonas con gran cubierta forestal, lo que sugiere que puede ocupar zonas más reducidas de lo que se habría predicho en su amplia distribución. En México lo podemos encontrar principalmente en los bosques tropicales perennifolios, subcaducifolio, caducifolio y en manglares, además ocupa el bosque mesófilo de montaña, el bosque espinoso y el matorral xerófilo.

Los felinos han sido especies clave en la conservación, debido a que, al proteger estas especies que abarcan grandes áreas se está protegiendo a su vez a una gran cantidad de organismos, ayudando a su conservación en los distintos ecosistemas que habitan.

El ocelote se considera una especie importante en los trópicos de México, pues al ser un depredador, ejerce un efecto en la estructura del paisaje. Así, la pérdida de estos carnívoros medianos generaría un efecto en cascada sobre los niveles tróficos más bajos, afectando no sólo a las presas de que se alimenta, sino que también se tendrían efectos en la dinámica de la vegetación y del ecosistema en general.

Este felino, muy apreciado por la belleza de su pelaje, en México está clasificado en peligro de extinción en la NOM-059-SEMARNAT-2010, la especie también se encuentra en el CITES en el Apéndice I, ya que la creciente presión hacia los ecosistemas naturales así como la cacería furtiva y la fragmentación del hábitat han afectado de manera significativa a esta especie y sus presas lo que ocasiona que sus poblaciones se vean afectadas a lo largo de su distribución en México.

A pesar de estar presente en muchos tipos de hábitat, no todos los sitios se encuentran estudiados, tal es el caso de los humedales. Campeche es el estado del país con mayor cantidad de este tipo de ambiente y donde recientemente se están llevado a cabo estudios con ocelotes, para conocer precisamente el estado actual de las poblaciones. El objetivo de estos trabajos conjuntos del Instituto de Ecología, A.C. y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco es determinar parámetros poblacionales y aspectos del uso de hábitat del ocelote (Leopardus pardalis) mediante el uso de trampas cámaras, en la región de Palizada, Campeche.

El uso de trampas cámara para el seguimiento de mamíferos sigilosos como los carnívoros  ha sido muy eficaz, y muy diversos estudios han demostrado que ese método es de alta confiabilidad para la estimación de poblaciones de diversos carnívoros, además que se obtienen datos importantes por individuos.

Entre los resultados del estudio es que en ese peculiar sitio, se han registrado la permanencia de varios individuos a lo largo del estudio, se ha registrado un total de 25 individuos de ocelotes durante los tres años de muestreo, lo cual da esperanzas en cuanto a la conservación de este bello felino, que aún se encuentra también en el Estado de Veracruz.