La impericia de las palomas y la habilidad para cazar de los gatos acabó con la población de esta ave endémica del archipiélago. / Créditos: Frankfurt Zoo.

La paloma de Socorro se salvó de la extinción, gracias a que algunos ejemplares fueron sacados del Archipiélago de Revillagigedo. / Créditos:Frankfurt Zoo

Desde 1925, varias palomas fueron llevadas a Estados Unidos, donde se reprodujeron con éxito y lo que permitió que su cría se extendiera hasta Europa. / Créditos: Frankfurt Zoo

Ahora un grupo de investigadores y asociaciones se han unido para regresar a la paloma a la isla Socorro, donde no emprende el vuelvo desde hace 40 años. / Créditos: Frankfurt Zoo

 

Conoce al ave mexicana que regresará al país desde su nuevo hogar en Europa

Desde hace más de 40 años no se le ha visto volar libremente en el cielo mexicano. Quizás la última vez que se le miró en su hábitat, la isla Socorro, fue en 1972. En ese año, un grupo de escoltas del entonces gobernador de Colima mató a decenas de ellas para que no “estorbaran” en el acto político.

La primera persona que registró la existencia de esta ave de cuerpo tornasol, frente de color canela, nuca gris y pico negro con la punta roja fue Ned, hijo de Andrew Jackson Grayson, famoso ornitólogo estadounidense. Eso sucedió en 1865, cuando Ned y su padre visitaron la isla Socorro, ubicada en el Archipiélago de Revillagigedo a 700 kilómetros al oeste de Manzanillo en el océano Pacífico.

Esta especie fue descrita en 1871, después de varias expediciones y análisis taxonómicos recibió el nombre científico de Zenaida graysoni, en honor a Zenaide Laetitia Julia Bonaparte, esposa de Charles Lucien Bonaparte, afamado naturalista francés, y a sus descubridores: Ned y Andrew Jackson Grayson.

Casi al mismo tiempo de ser bautizada científicamente, la paloma de Socorro comenzó a ser eliminada de su territorio. En 1869, la isla Socorro comenzó a recibir a sus primeros residentes, con ellos llegaron animales como los borregos, los cuales empezaron el desequilibrio ecológico del lugar, de acuerdo con el artículo “Habitat requirements of the Socorro Mockingbird Mimodes graysoni”, publicado en 2001 por el biólogo del Instituto de Ecología AC, de Xalapa, Veracruz, Juan Esteban Martínez.

La población de la paloma disminuyó aún más durante la segunda mitad del siglo XX. Durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958), se establecieron destacamentos militares en las islas del Archipiélago de Revillagigedo, para evitar una historia similar a la que se vivió en la Isla de Clipperton, localizada a 1280 kilómetros al suroeste de Acapulco, que ahora pertenece a Francia.

A finales de los cincuenta, se instaló una base naval en isla Socorro; para hacer más amena la vida de los marinos, se les permitió vivir con sus familias. Así que a la isla llegaron no sólo mujeres, hombres y niños, también desembarcaron varias mascotas, entre ellas algunos gatos que encontraron en la paloma de Socorro a una presa fácil de cazar.

Las palomas de Socorro nunca estuvieron expuestas a depredadores hasta que se encontraron con los gatos y los humanos. Las palomas se acercaban a las personas, incluso se metían entre los pies con gran ingenuidad. Su impericia era muy similar a la del Dodo, ave que se extinguió en el siglo XVII de las islas Mauricio, ubicadas al suroeste del océano Índico”, cuenta Juan Martínez.


La historia de la paloma de Socorro recuerda a la del Raphus cucullatus, mejor conocido como "Dodo" (estúpido en el habla coloquial portuguesa, debido a su ingenuidad y la facilidad con la que podía ser cazado), ave endémica de las islas Mauricio que desapareció en 1662, luego de que los colonizadores europeos introdujeran a la isla animales como cerdos, perros, gatos y ratas.

En el libro Colima y las Islas de Revillagigedo, de Manuel Velasco Murguía, se documenta que la última vez que se miró a la paloma de Socorro en la isla fue  en 1972, cuando los escoltas del gobernador de Colima en aquel entonces “las apalearon” hasta matarlas.

Esta paloma no es la única habitante original de la isla llevada casi a la extinción. El perico de Socorro, la pardela de Revillagigedo y el cenzontle de Socorro también comparte este infortunio. Datos del Instituto de Ecología AC, resaltan que la Isla Socorro concentra el mayor número de especies de aves amenazadas en el país.

El regreso de una paloma

La paloma de Socorro se salvó de la extinción, gracias a que algunos ejemplares fueron sacados del Archipiélago de Revillagigedo. Los primeros en llevarse al ave fueron investigadores de la Academia de Ciencias de California, en San Francisco, quienes realizaron tres expediciones a la isla Socorro. La primera en 1903, después en 1905 y una más en 1925. Fue en el primer viaje que Sterling Bunnell tomó las primeras notas detalladas sobre la alimentación de la paloma de Socorro; Edward Gifford, uno de los integrantes de la tercera expedición, capturó una veintena de estas palomas para criarlas en Estados Unidos, relata el doctor Juan Martínez Gómez, del Instituto de Ecología AC, de Xalapa Veracruz.

Cientos de aves fueron llevadas a Estados Unidos de 1925 hasta 1957, año en el que la Secretaría de Marina instaló una base naval en la isla, por lo que se suspendieron las exploraciones estadounidenses. Las palomas que llegaron a Estados Unidos permitieron que un grupo de criadores, distribuidos por la bahía de San Francisco, California, lograra reproducirlas en cautiverio y su cría se extendiera después hasta Europa.

En 1987, el investigador de origen chino-portugués, Luis Baptista aparecería en la historia de conservación de esta ave y se convertiría en el principal impulsor del proyecto para reintroducirla a su isla natal. Como miembro de la Academia de Ciencias de California, y encargado del Departamento de Ornitología y Mastozoología, decidió iniciar el Proyecto Paloma de Socorro.

La preocupación de Baptista por regresar a esta ave a su hogar, lo llevó a ponerse en contacto con diversos criadores en Estados Unidos. Ese mismo año buscó apoyo de la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) -que más tarde se transformaría en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)- y autoridades de la Secretaría de Marina (SEMAR), encargada del resguardo del Archipiélago de Revillagigedo.

En 1988, tras varios estudios de campo, Baptista determinó que era posible eliminar a los animales introducidos a la isla y que acabaron con la paloma. Ese mismo año, el biólogo mexicano Juan Esteban Martínez se uniría al proyecto, que actualmente coordina para la repatriación de la paloma.

La investigación titulada Andrew Jackson Grayson and the Solitary Dove, realizada en 1987, de Luis Baptista, fue el primer impulso para que el Archipiélago de Revillagigedo fuera declarado, en 1994, Reserva de la Biosfera. Esta declaratoria abrió aún más el camino para que las palomas de Socorro regresaran a su tierra.

Palomas con pasaporte europeo

Las primeras palomas de Socorro llegaron a Inglaterra en 1925, entre ellas estaban algunos de los ejemplares llevados por Edward Gifford en la expedición de la Academia de Ciencias de California de ese mismo año.

Años más tarde, en 1987, el zoológico de Frankfurt recibió un par de palomas de manos del profesor Jürgen Nicolai, un ornitólogo y avicultor europeo, quien era buen amigo de Luis Baptista.

En mayo de 1990, un macho y dos hembras más llegaron a Frankfurt, y ese mismo año nació el primer pichón en el zoológico”, relata el doctor Stefan Stadler, encargado del cuidado y conservación de las aves del zoológico.

Desde entonces, los investigadores del zoológico alemán vieron a 40 palomas salir del cascarón. Su éxito reproductivo permitió que estas aves fueran repartidas en otros parques del continente europeo.

En 1995, Stefan Stadler, pilar en la reproducción de la paloma en cautiverio en Europa, consideró que era viable su reproducción y su reintroducción a la isla y el proyecto se unió al Programa Europeo para Especies en Peligro de Extinción (EEP), de la Asociación de Zoológicos y Acuarios de Europa (EAZA).

Dos años después, el investigador Luis Baptista fundó Island Endemics Foundation, organización encargada de reunir a los zoológicos e investigadores interesados en rescatar a la paloma de Socorro. En el 2000, Baptista murió, y aunque muchos pensaron que este hecho marcaría el fin del proyecto, su colega y compañera, la doctora Helen Horbilt decidió continuar la repatriación de la paloma.

Un regreso postergado

Luego de su andar por otros continentes, era necesario saber si las palomas de Socorro eran genéticamente palomas de Socorro. Por lo que, los científicos realizaron estudios de ADN a las palomas nacidas cautiverio, tanto en Estados Unidos como en Europa. Los estudios de huellas genéticas confirmaron que las aves criadas en Alemania tenían un cercano parentesco al de las de palomas originales de isla Socorro, mientras que las estadounidenses eran una mezcla de palomas huilotas Zenaida macroura.

Estos hallazgos confirmaron que el núcleo de reintroducción a la isla Socorro debía de venir de Europa. En 2001, con apoyo de la Secretaria de Marina, inició una nueva etapa del proyecto para la reintroducción de la paloma de Socorro con la construcción de una estación de cría, la cual quedó lista el 18 de noviembre de 2004 y desde entonces espera la llegada de las palomas.

En 2005 todo estaba listo para la repatriación del ave, pero los brotes de gripe aviar en Asia provocaron el cierre de las fronteras mexicanas e impidieron la importación de la paloma de Socorro. Esto no frenó las intenciones de los investigadores. En 2008 se logró importar, de Inglaterra, una población de doce aves para establecer un nuevo programa de cría en los Estados Unidos, el cual es encabezado por Peter Shannon, encargado de la conservación de aves en el Albuquerque Biological Park, en Nuevo México.

El objetivo era establecer una población reproductora con las aves que tenía una herencia documentada. Desde 2008, hemos reproducido con éxito palomas de Socorro y se han enviado a otras cinco localidades del país", dice Peter Shannon.

La población de aves en Estados Unidos suma 44 palomas. La ficha de la especie, realizada por Stadler, dice que las aves viven en cautiverio aproximadamente 10 años y que ponen dos huevos por anidada, que disminuye después de sus cinco años de edad.

—¿Por qué primero en Estados Unidos y no en México?
—Era importante establecer una población de palomas de Socorro en los Estados Unidos por varias razones: para crear una población de reserva en caso de las aves en Europa adquirieran la gripe aviar; para ayudar a dar a conocer el trabajo de conservación que se realiza en nombre de la paloma de la Isla Socorro. Y en tercer lugar, para promover la conservación en general en México, Estados Unidos y Europa, ya que la paloma es un ave emblemática del continente –explica Peter Shannon.

Un largo viaje

La paloma que salió hace 88 años del Archipiélago de Revillagigedo se prepara para regresar a su hogar. Africam Safari se unió al “Proyecto Paloma Socorro” para diseñar un programa de reintroducción en la isla. El trabajo de este zoológico en Valsequillo, Puebla, consiste en la crianza y la reproducción del ave antes de su regreso a la isla de Socorro, que según estimaciones del doctor Juan Martínez podría darse tres años después de que la paloma regrese a México.

¿Por qué esperar tres años? “Las palomas en cautiverio no se alimentan de lo que hay en la isla Socorro”, dice Juan Martínez. Es por eso se está trabajando en la restauración y liberación para lograr que las aves puedan adaptarse exitosamente a su hábitat original.

Según los estudios de Stefan Stadler, estas aves se alimentaban de frutos como los del zapotillo, el guayabillo y el cerecillo nativos de isla Socorro. Estos árboles han sufrido una reducción significativa en su distribución en la isla por lo que es necesario un programa de reforestación con estas especies nativas.


Para este trabajo y con apoyo de los registros históricos de la Academia de Ciencias de California, de la UNAM, de Africam Safari y del Instituto de Ecología AC, se puede saber cómo era la isla cuando las aves estaban allí y lo que se requiere para realizar un programa de restauración que permita recuperar el hábitat original.


El programa de reintroducción de la paloma de Socorro se basa en la experiencia de un programa similar para la paloma rosada Columba mayeri, de la isla de Mauricio en el océano Índico, que incluye una estación de cría y otra de liberación, así como de la constante supervisión humana de las aves liberadas hasta que se haya logrado la adaptación exitosa a la vida silvestre.


Después de más de 40 años, cuando un grupo de hombres las ahuyentó y las apaleó hasta borrarlas del mapa, otro grupo de hombres y mujeres en el mundo trabajan para que la paloma de Socorro pueda retornar a su isla, ahí al sur del Archipiélago de Revillagigedo, en el océano Pacífico mexicano.

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