El invierno, con sus temperaturas bajas, noches largas y días cortos, hace que muchas plantas entren en reposo y que los animales disminuyan su actividad. A partir del 21 de marzo (equinoccio) las noches empiezan a ser más cortas y los días más largos, hasta alcanzar un máximo el 21 de junio (solsticio), cuando el hemisferio norte también recibe la mayor cantidad de energía solar en su superficie, debido a la inclinación del planeta respecto de la dirección de los rayos luminosos que nos llegan del Sol. El calor primaveral trae consigo el despertar de la vegetación. El aumento de temperatura, el cambio del fotoperiodo (más horas de luz) y la humedad promueven el resurgimiento a la vida de plantas y animales. Las plantas necesitan de un mínimo de calor para poder crecer y la primavera marca el final de una temporada de reposo para árboles como el pipinque (Carpinus carolineana) y liquidámbar (Liquidambar styraciflua) que pierden sus hojas en la estación fría del año. La producción de hojas y flores requiere de cierta acumulación de calor y todas las plantas poseen un umbral de calor a partir del cual inician su actividad y desarrollo. El aire y el suelo deben estar suficientemente calientes para que las plantas empiecen a crecer. ¿Ha notado que en años cálidos la floración puede ocurrir de forma más temprana y que en años fríos la floración es más tardía? A pesar de que ocurren muchos cambios a nuestro alrededor no siempre ponemos atención en ellos. ¿Se ha fijado a partir de qué fechas la jacaranda ya tiene flores? ¿Cuándo empezaron a florecer el colorín (Erythrina americana) y los mangos (Mangifera indica) y el café (Coffea arabica principalmente aunque hay otras especies)? El croar de las ranas y el canto de los grillos también son indicios de cambios, algunos de los cuales suceden con una regularidad asombrosa en el calendario natural.

 

El interés por observar y comprender el ambiente

Nunca es tarde para conocer y aprender sobre los fenómenos y situaciones que ocurren en nuestro alrededor. Podemos estar observando sucesos sin darnos cuenta de que son extraordinarios, por ejemplo los famosos sitios de hibernación de la mariposa monarca en México fueron redescubiertos apenas en 1975, debido a que una persona observó varias mariposas monarca derribadas por granizo en los límites del Valle de México en 1973. Sin embargo los antiguos Mexicas tenían el fenómeno ampliamente incorporado en sus tradiciones. Ellos las asociaban con la visita de los muertos en octubre y hasta imaginaban ver caritas en sus alas.

Querido lector, puede ser que no tenga un interés particular en participar en los retos de vigilar a la naturaleza y no se considere un experto en plantas y animales, pero tiene la oportunidad de conocer y disfrutar más de lo que tiene a su alrededor esta primavera, casi por terminar, en este “Junio: Mes del Medio Ambiente”. Para las comunidades escolares esto puede ser una gran oportunidad de aprendizaje. Si está suficientemente entusiasmado como para unirse a una comunidad de observadores de la naturaleza o simplemente desea recibir ayuda para identificar alguna especie, puede recurrir en Internet al sitio NaturaLista, que se inauguró en diciembre del año pasado: http://conabio.inaturalist.org/.  Ahí puede compartir y aprender sobre las especies de México y del mundo. Con esta ayuda podría imprimir una guía visual de identificación y salir a explorar los árboles de su comunidad; etiquetar los árboles a su alrededor y compartir el conocimiento con familiares y amigos.

 

Percibiendo los cambios

Hay mucha gente que acostumbra seguir con atención los eventos de primavera. Es así que en algunos lugares del mundo se ha notado que varias especies de plantas han modificado sus periodos de  floración.  Se han adelantado unos 20 o 25 días a como lo hacían hace unos 100 años y a veces aún hace menos de 50. Por ejemplo, en España se ha visto que el brote de las hojas en el manzano (Malus domestica), el fresno (Fraxinus uhdei), la higuera (Ficus carica), la granada (Punica granatum) y el durazno (Prunus persica) se anticipa en 35, 37, 29, 23 y 20 días respectivamente. ¿Estarán sucediendo cambios similares a estos en el calendario natural en México? ¿Es motivo de conversación entre nosotros?

Con el calor de la primavera los animales se vuelven más activos, así se nota en las lagartijas, serpientes y mariposas. En el caso de los insectos, las temperaturas más cálidas aceleran el desarrollo de las larvas y adelanta la emergencia de los adultos, para algunas mariposas esto puede acarrear problemas si emergen antes de que sus recursos alimenticios estén disponibles. Similar problema pueden tener las aves migratorias al llegar demasiado temprano ¿Por qué es importante conocer estos cambios? Porque permite identificar cambios en el crecimiento de las cosechas, hacer un mejor manejo de los pastos en zonas ganaderas, hacer un seguimiento del peligro de tener plagas, estar alertas ante la presencia de transmisores de enfermedades (vectores).

Es así que en varios países del mundo se sabe sobre los cambios que están ocurriendo en los ciclos vitales de la flora y fauna, como la aparición de las primeras hojas, el inicio y la plenitud de la floración, la llegada de las aves migratorias, los primeros vuelos de las mariposas, la actividad de las abejas o la presencia de las libélulas migratorias. Mucha de esa información se obtiene gracias a la participación de gente interesada que colabora haciendo observaciones. Su ayuda permite conocer el estado de salud de los árboles, la llegada de especies plaga o de vectores (como los mosquitos del dengue). En el Reino Unido, donde existe una amplia tradición por la observación de la naturaleza, se ha podido detectar así que en la actualidad los insectos están emergiendo tres semanas antes y las plantas están adelantando en dos semanas su periodo de crecimiento respecto de lo que ocurría hace 30 años. Esas observaciones también han permitido detectar que unas especies son más susceptibles que otras a los cambios de temperatura. En Estados Unidos se ha notado que la época de floración de los arándanos ha cambiado más rápidamente que la de las orquídeas. Obtener este tipo de información es difícil debido a que no en todos lados hay registros escritos que permitan reconstruir las épocas de floración y fructificación de las plantas o los desplazamientos de las especies migratorias en el pasado histórico.

En México carecemos de este tipo de información. Pese a que nuestros campesinos poseen un conocimiento basto sobre los cambios estacionales, no tenemos igualmente documentadas sus observaciones. Apenas recientemente empezaron a ser impulsadas las actividades de registro de la naturaleza en México. Un ejemplo de esto es el proyecto Red Árbol que busca catalogar, con la ayuda de los ciudadanos, los árboles del bosque urbano de la ciudad de México: http://www.planverde.df.gob.mx/redarbol/proyecto/. Ciudades como Guadalajara, Querétaro y Monterrey también están desarrollando iniciativas para conocer mejor y conservar su arbolado y fauna urbanos.

 

Fotografías

  • Arturo H. Hernández Huerta

 

Diseño

  • Arnold Landa Villa