Como muchos otros insectos, estos han recibido una mala percepción por parte de la comunidad en general y rara vez se encuentran dentro de los animales favoritos de las personas. Esto se debe en muchos casos a que se ha extendido la idea errónea de que todos los escarabajos pueden ser perjudiciales en los jardines, viveros forestales y cultivos o pueden causarnos daño. Sin embargo, la mayoría de las especies de escarabajos son benéficas en los ecosistemas naturales y no se ha encontrado ninguna especie de escarabajo que sea nociva para nuestra salud o que transmita alguna enfermedad. Por el contrario, existe una gran cantidad de procesos ecológicos en los que estos insectos participan y que los hacen valiosos en los ecosistemas.

 

Oficio y beneficio

Una de las labores más significativas de los escarabajos es facilitar la descomposición de materia orgánica proveniente de plantas (arbolado muerto, hojarasca, humus forestal) o animales (cadáveres o excremento) garantizando el reciclaje de nutrientes en los suelos. Por ejemplo, los escarabajos pasálidos (familia Passalidae) desarrollan todo su ciclo de vida dentro de troncos de los árboles caídos y sus larvas y adultos se alimentan de madera en descomposición (hábitos alimentarios saproxilófagos), permitiendo la reincorporación de nutrientes en el suelo de una forma más rápida. Además de los pasálidos, las larvas de muchos otros escarabajos (por ejemplo, los “maquech”, “escarabajos joya”, “escarabajos metálicos”) también se alimentan de la madera muerta ayudando en el reciclaje de materia vegetal. En esta labor también participan muchas especies fitófagas que pasan la mayor parte de su vida en el suelo, consumiendo hojas, tallos y raíces que se reintegran a la tierra y son finalmente degradadas por bacterias y hongos dejando los nutrientes listos para ser usados por las plantas.


Otro grupo de gran relevancia son los escarabajos “roda-cacas” o escarabajos estercoleros, los cuales entierran bolas de excremento para poner sus huevos y que sus larvas se desarrollen hasta llegar al estado adulto. En los bosques naturales, los escarabajos estercoleros usan el excremento de mamíferos como los monos facilitando el enriquecimiento de nutrientes en los suelos y ayudando en la dispersión de semillas. Si estos escarabajos no estuvieran presentes en los sistemas ganaderos, el estiércol del ganado tardaría mucho en degradarse y se acumularía en los pastizales formando grandes masas de excremento que impedirían el crecimiento del pasto y proliferarían moscas y parásitos intestinales de las vacas.

 

La interacción escarabajo-planta

La polinización es otro de los procesos ecológicos en los que participan algunas especies adultas de escarabajos (subfamilias Dynastinae, Rutelinae, Cetoniinae). Durante las visitas a las flores, el polen se adhiere a sus cuerpos y luego es liberado en flores de otras plantas de la misma especie. En el caso de algunas especies del género Cyclocephala, los adultos son atraídos a las estructuras florales de plantas, como las “mafafas” u “hoja elegante”, “anonas” (Araceae, Annonaceae) y allí encuentran alimento, refugio y sitios de apareamiento. Por lo tanto, este es un caso de una interacción en la que tanto la planta como el escarabajo resultan beneficiados.

 

Pérdida del hábitat y uso de químicos

Desafortunadamente, en la actualidad existen muchas amenazas que ponen en riesgo la supervivencia de los escarabajos y las principales son causadas por la pérdida de su hábitat natural y la expansión de la mancha urbana y las áreas agrícolas. Una de sus mayores amenazas es el uso indiscriminado de pesticidas en los cultivos, ya que estos exterminan a todos los insectos, incluyendo a los que son benéficos y propiciando un desequilibrio en los ecosistemas. En el caso de los escarabajos del estiércol, el uso de medicamentos para el control de parásitos intestinales del ganado es uno de los problemas más graves. Estos químicos se acumulan en las excretas y son mortales para los escarabajos.

 

Cambio de actitud

Ahora que sabemos sobre la importancia de los escarabajos y cómo estos contribuyen a diferentes procesos ecológicos tanto en el campo, como en nuestras ciudades, es momento de cambiar nuestra percepción hacia ellos y “quitarnos la idea” de que debemos exterminarlos cada vez que “invaden” nuestras casas o nuestros cultivos. Sin los escarabajos, muchas plantas no podrán garantizar su reproducción a través de la polinización, los suelos se volverán cada vez más pobres en nutrimentos y la acumulación de materia orgánica tanto de origen animal como vegetal comenzará a generar problemas en la agricultura y en nuestra salud.